Ese Newton...
Se acabaron las vacaciones.
Han sido unas vacaciones tranquilas, en Ses Illes, viendo pasar los días con cierta indolencia, con baños de pereza, de mar salada, de piscina dulce. Días de risas, de comilonas, de charlas hasta bien entrada la noche, copas, cigarros, confesiones veladas de lenguas abandonadas al paladar del Gin Xoriguer, filosofadas, compras, más risas, cenas, miradas cómplices y todo bajo el cobijo de una isla preciosa y las gentes más amables y hospitalarias que he conocido en mucho tiempo.
Han sido días de muchos pensamientos, de pura vida, de vida en estado puro, en los que me he olvidado de mi ciudad, mi trabajo, mis raíces, y de mí. Me he concentrado absolutamente en vivir y beberme los días como si fuera el último, y a excepción de una noche en que mis fantasmas volvieron, creo que lo he conseguido. He disfrutado de la compañía de mi churri y de nuestros amigos, y he aprendido mucho de ellos.
Cada uno me ha aportado alguna cosa significativa en estos días. Tolerancia y saber estar, convivencia y adaptación, ilusión y amor por las cosas, entusiasmo por la vida, discreción y sensibilidad... Cuanto podemos aprender de las personas si las observamos un poquito...
Gracias, "al-lots y al-lota" por unas vacaciones así...
Pero ya estamos de vuelta en la rutina del día a día, y de repente la isla parece muy lejana, como difusa, y pondera otra vez el correr, el agobio de los teléfonos, los problemas, las prisas, el consumir... el estrés diario que tanto me hizo anhelar las vacaciones... ufff, necesito más vacaciones ya, y eso que hoy ha sido mi primer día de trabajo. NO creo que lo pueda resistir, aunque lo intentaré tachando, día a día, los días que me quedan para las vacaciones de invierno ¡!
De vuelta a la vida en estado estrés, he hablado ya con mi amiga C, que acaba de llegar de un viaje por Jamaica, recién salvadita del huracán Dean, aunque sin salvación alguna del huracán Winston, un pedazo de mulato surfero que ha conocido en Negril, entre mucho ron, mucha coca (cola) y mucha hierba..., creí que en Negril dominaba la playa... por lo visto hay mucha vegetación también... jejeje.
C se fue de viaje con Fernando, un amigo suyo gay, que no supuso ninguna amenaza para su novio J, que ante la imposibilidad de viajar prefirió que C viajara con Fernando, antes de quedarse en Barcelona muerta de asco y de calor, o de lluvia, porque vaya tiempito que está haciendo...
C es una chica muy atractiva, de esas con las que no quieres salir de copas, porque sabes que toda la noche solo vas a ser "la amiga de... ". Tiene luz propia. Sin ser excesivamente guapa, porque no lo es, lo siento C , es lo que hay..., es una belleza morena y serena, de líneas bastante perfectas, me niego a darle la perfección total, y sin ser alta, tampoco es baja, sin ser gorda, tampoco es delgada... es el equilibrio y la perfecta balanza. De cabello trigueño, ondulado y suave, largo, y de ojos grises impertinentes, nariz respingona y labios carnosos, es una persona que no pasa desapercibida en ningún lugar, tiene ángel, tiene magia, tiene un brillo inteligente en su mirada, vivaz y curiosa.
Por supuesto en Negril tampoco ha pasado sin pena ni gloria y se ha ligado al bello Winston, (qué manía de poner nombres de tabaco a la gente...), que es un mulato procedente de Colombia, afincado en Negril y con el estresante oficio de surfear de día y copular de noche. C se ha vuelto "semanalmente" loca por él, pero con una locura extrema y desatada que le ha hecho cometer mil locuras que darían para escribir un libro...
- C, llámame antigua, pero tú estás loca, no ¿???????????????????
- DINA, porque me dices eso ¿? Con lo bien que me lo he pasado... jamás olvidaré Negril ni los momentos de pasión y fuego vividos con Winston... - y me lo dice justamente con el mechero en la mano, lista para encenderse un perfecto Winston rubio... será una señal gráfica ¿??
- C, y J que ¿?? No has pensado en él ni un minuto ¿?
- Ojos que no ven, corazón que no siente, DINA ¡
- Y talegazo que te pegan, C ¡!! No me salgas con esas, que no me valen...
Y entonces C se ha puesto a hablarme, ella que siempre ha sido muy hippie y muy liberal, de las lindezas de la libertad, de la fidelidad del amor, y de que el sexo no tiene nada que ver...
- DINA, yo soy fiel a J, yo lo amo, pero nada tiene que ver el corazón con el placer... El placer es placer, me dice tocándose la entrepierna, y es necesidad, como dormir, como comer, y yo tengo esa necesidad muy activa, pero a J lo amo ¿??
- Pero, como me puedes decir eso y quedarte tan ancha, C ¿??
- Porque es así, piensa DINA, el hombre es un animal infiel por naturaleza, y el tema de la fidelidad, oh, que bonito, es algo que nos hemos inventado los hombres y que varia en función del país donde nazcas y la religión que profeses... miras los musulmanes, o los africanos... los cristianos... cada uno opera según le han programado... y qué hay de malo en eso ¿?
Y por una vez, yo que soy tan de antaño, y me alucino día a día de comprobar lo clásica que me he vuelto, con lo que yo he sido, pienso que C tiene razón, que la vida en estado puro es eso... vida, y que no se deben mezclar creencias, tabús y demás pendejadas que nos hacen la vida más complicada y obtusa que otra cosa... y por una vez... me parece bien el razonamiento de C y me alegro de que haya vivido su locura semanal con el chico con nombre de tabaco...
Toda acción tiene su reacción... ya lo decía Newton en su tercera Ley, de esas tres leyes aplicadas al movimientos de los cuerpos... ay que ver que visionario era ese Newton ¡!!!